¿Está asegurado el suministro de gas en España? ¿Cómo funcionan las regasificadoras?
«Tenemos que estar preparados para más interrupciones del suministro de gas e incluso para un corte total por parte de Rusia«, alertaba la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen el pasado mes de junio en el pleno del parlamento europeo en Estrasburgo.
Y es que Rusia, el segundo mayor productor de gas natural del mundo según la U.S Energy Information Administration, ha dejado de enviar gas a países de Europa como Polonia, Finlandia o Dinamarca. Esto se traduce en temores e incertidumbre en la comunidad ante la posibilidad de que el número de países afectados por esta decisión pueda crecer a partir de ahora.
No sólo por la falta de suministros, sino también por una repercusión en los precios u otros problemas que puedan surgir a raíz de las tensiones entre otros países. En un mundo tan globalizado, es improbable que una guerra no afecte a la mayoría de naciones.
En la misma intervención, Ursula von der Leyen instaba a los líderes europeos a acelerar las inversiones y planes en energías renovables para mejorar el mercado energético.
El suministro de gas en España
España es uno de esos países que puede verse indirectamente afectado. Tenemos un suministro de gas muy diversificado, pero el hecho de que en invierno el mercado internacional vaya a vivir unas condiciones desfavorables puede llegar a repercutir en nuestra economía a otros niveles.
Por ejemplo, los precios ya empiezan a dispararse en nuestro país, que se enfrenta a una gran inflación y a unas fuertes subidas en los costos del petróleo y el gas.
Tanto el sector energético como el Gobierno español han tratado de tranquilizar a la población subrayando que el suministro está asegurado y que todavía hay margen para tomar medidas en caso de que sean necesarias.
Mediante la puesta en marcha de algunos planes estatales, se han conseguido almacenar grandes cantidades de gas natural en el subsuelo, llegando casi al 80% de la capacidad de nuestros almacenes y convirtiéndonos en uno de los países europeos con más reservas.
Además, contamos con alrededor del 25% de la capacidad europea.
¿Qué es una planta regasificadoras?
Las plantas regasificadoras o plantas de regasificación son instalaciones industriales en las que se convierte el gas natural licuado en gas natural.
Este combustible se extrae de los yacimientos bajo la tierra y se pone a la temperatura idónea para poder cargarlo en barcos con tanques criogénicos y transportarlo hasta las instalaciones donde sea requerido, en las cuales se extrae a través de tuberías.
Según British Petrolum, las reservas en 2017 de gas natural eran las equivalentes a alrededor de cinco décadas de producción al nivel actual. Esto quiere decir que el gas natural no es una fuente de energía renovable, ya que según estos datos, las reservas se acabarían alrededor del año 2070.
El papel de las energías renovables en el conflicto
Por todo esto es que las energías renovables han cobrado un papel importante en las conversaciones de Europa sobre la respuesta al conflicto bélico. Los líderes europeos ya comienzan a hablar de una «transición» hacia energías más ecológicas, como pueden ser la fotovoltaica o la solar, para no depender de fuentes que se agotarán ni del estado o la política de otros países.
Las energías renovables serían sinónimo de autonomía e independencia, ya que cada país podría autoabastecerse sin necesidad de depender de otros. Según algunos expertos sociólogos como David Redoli, también podría favorecer las buenas relaciones entre naciones, así como evitar las tensiones e incluso algunas guerras.
Además, esto sería beneficioso para el medioambiente ya que las energías renovables son más limpias y contribuirían a la descarbonización del entorno y a la lucha contra el calentamiento global.
Los planes para esta «transición» ya se vienen poniendo en la mesa desde hace años en la comunidad europea, pero el conflicto entre Rusia y Ucrania ha puesto en evidencia la necesidad de los líderes de priorizarlos.