Energía oceánica, la gran desconocida

A pesar de que todos los méritos se los llevan la energía eólica y solar, la  energía hidráulica también han aportado su granito en cuanto a novedades en el sector de las energías renovables. En este artículo, vamos a adentrarnos en el mundo de la energía hidráulica, más concretamente en la energía oceánica.

En el campo de las energías renovables todo ocurre muy despacio, por lo que es habitual que las previsiones sean muy a largo plazo. En este caso hablamos del año 2060, cuando se prevé que el 100% de la generación de energía se lleve a cabo a través de recursos renovables.

¿Qué es la energía oceánica?

También llamada energía de las olas, la energía oceánica es aquella que se obtiene gracias al movimiento generado por las mareas. Se trata de una energía renovable con gran proyección de futuro debido a que el 70% del planeta está formada por agua, y de ellos, el 97% proviene de mares y océanos.

Tipos de energía oceánica

1. Energía Olamotriz

También llamada energía undimotriz, es aquella energía que proviene de la energía mecánica generada por el movimiento de las olas. Se estima que cerca del 70% de la electricidad generada en EEUU en 2017 proviene de la energía de las olas. Estos datos presentan un futuro bastante optimista para el sector y se prevé que sea una de las grandes revoluciones energéticas en los próximos años.

En función de la profundidad en la que se encuentren los dispositivos, tenemos 3 tipos:

 

(1) Dispositivos on-shore que están integrados en diques rompeolas o sobre el fondo de aguas poco profundas.

(2 y 3) Dispositivos near-shore que se encuentran apoyados (2) o flotando (3) en aguas poco profundas (10-40m).

(4 y 5) Dispositivos off-shore que se ubican fuera de la costa y que pueden hallarse en la superficie (5) o sumergidos (4) hasta los 100m de profundidad.

2. Energía de corriente marina

La energía de las corrientes marinas es un tipo de energía que se obtiene al aprovechar la energía cinética de las corrientes marinas, como su nombre indica. Aunque no es un tipo de energía muy explotada, tiene la ventaja de ser más predecible que el viento y la luz solar.

 

Las corrientes marinas se generan básicamente por la subida y bajada de las mareas, que están relacionadas con las interacciones gravitacionales entre la tierra, la luna y el sol. Teniendo eso en cuenta, la energía cinética que se obtiene a través de las mareas, se transforma en electricidad de la misma manera que la energía eólica se obtiene a través del viento: gracias a unas turbinas.

 

Su principal inconveniente es el precio, y esto queda reflejado en los 0.66$ que cuesta producir cada kw/h de electricidad, en comparación con los 0.20-0.30$ que cuesta producirla a través de la energía eólica. Esto no tienen por qué ser malas noticias, solo implica que no es un recurso al alcance de todos los países. En EEUU no es una energía muy rentable, pero en la central que hay en Corea del Sur, en Sihwa concretamente, las dimensiones de la central permiten que este tipo de energía si sean rentables. La clave, como siempre, es adaptarse a los recursos de los que dispone cada país.

3. Energía térmica oceánica

También llamada energía maremotérmica, es la producida por las diferencias entre las aguas oceánicas profundas (más frías) y las superficiales (más cálidas) que tienen la capacidad de mover una máquina térmica y producir trabajo útil en forma de electricidad. Debido a que cada océano tiene su propia temperatura, las áreas geográficas más interesantes para explotar esta energía son las que se encuentran en la zona tropical ecuatorial, ya que es la zona donde las diferencias de temperatura son mayores.

Entre sus principales ventajas se encuentra que es una fuente inagotable, renovable y  no emite gases de efecto invernadero, así como el hecho de que la cantidad de energía acumulada en las capas superficiales del océano tienen la capacidad de cubrir las necesidades energéticas de la gran parte de la población.  Como siempre, su mayor desventaja son los elevados costes de las plantas maremotérmicas y el hecho de que no se puedan ubicar en cualquier zona, sino en aquellas donde la variación de temperatura a lo largo del año sea de 20ºC.

4. Energía osmótica

La energía osmótica, o energía azul, es la que se obtiene por la diferencia en la concentración de sal entre el agua del mar y el agua de río y presenta un gran potencial en aquellas regiones que presenten ríos caudalosos, como el caso de los Países Bajos.

Actualmente, este proceso se puede llevar a cabo mediante dos procesos:

  • La electrodiálisis inversa (RED) que supone crear baterías de sal donde se transportan los iones que generarán la energía.
  • La ósmosis retardada por presión (PRO) que implica bombear agua dulce hacia una cámara llena de agua de mar, generando un aumento de presión que hace girar la turbina.

Probablemente esta sea el método de generación energía del que se dispone menos información y habrá que esperar unos años para poder analizar correctamente los datos que desprenden las investigaciones.

Conclusiones

Aunque en los últimos años han aumentado las inversiones en plataformas de energías renovables, la energía oceánico no cuenta con tanto reconocimiento como sus hermanas, la eólica y la solar. En gran medida, esto es debido a la inversión que supone desarrollar este tipo de innovaciones, las cuales, no solo suponen grandes sumas de capital, sino que están limitadas a determinadas zonas geográficas que cuenten con un adecuado litoral.